Los atentados en Inglaterra han creado un clima de tensión en el país. Los incidentes contra musulmanes, incluido el atropello a la salida de una mezquita en Finsbury, se han incrementado drásticamente en las últimas semanas. Para luchar contra la desconfianza o la estigmatización por motivos religiosos, varias organizaciones desarrollan proyectos interconfesionales que ofrecen espacios de diálogo y de conocimiento mutuo.
La mezquita de Finsbury Park ya había aparecido en las noticias antes del atentado. En 2003 fue clausurada tras una redada policial. Varias personas fueron detenidas, acusadas de fomentar la radicalización de los fieles. Un año después, el imán fue condenado formalmente. Tras una reapertura en falso –se comprobó que los discípulos del predicador seguían controlando la mezquita–, finalmente en 2006 se nombró un nuevo administrador.
Fuente: Fernando Rodríguez Borlado-aceprensa
La cercanía entre los fieles de la mezquita de Finsbury y los de la iglesia anglicana de la misma calle es un ejemplo de convivencia interreligiosa
Desde entonces, este centro ha pasado de ser un foco de radicalismo a convertirse en un ejemplo de diálogo y convivencia interreligiosa. A ello ha ayudado la colaboración con la iglesia anglicana de Santo Tomás, situada en la misma calle. Además de las actividades caritativas (por ejemplo, la mezquita cuenta con un programa de ayuda a jóvenes con problemas de inserción, y un servicio semanal de comida para personas sin hogar), los encuentros entre la comunidad musulmana y cristiana han creado un clima de confianza entre ellas.
Diálogo en el corazón de Birmingham
Birmingham es una de las ciudades inglesas donde resulta más necesaria esta relación de apertura y colaboración. Desde hace tiempo, la ciudad ha estado en la picota mediática por –supuestamente– ser un nicho de radicalización. La operación “caballo de Troya”, que destapó una red de personas que presuntamente pretendía extender una versión salafista del islam en escuelas de la zona, incrementó aún más las sospechas.
Andrew Smith, un laico que asesora al obispo local en temas de diálogo interreligioso, lleva años impulsando diversas iniciativas en este campo. Una de ellas, que hace de paraguas para las demás, es el Faithful Neighborhoods Centre (FNC). Nació en 2011 como una forma concreta de aplicar a Birmingham el impulso que la iglesia en Inglaterra quiere dar a “la misión cristiana en una sociedad multiconfesional”, y que también ha sido encomendado a Smith.
Desde el FNC se organizan diferentes actividades. Una es el Faithful Friends on Tour. Un grupo de líderes de varios credos peregrinan desde Sandwell, un distrito cercano a Birmingham, hasta lugares de importancia religiosa para las distintas comunidades. Les acompañan familias de distintas confesiones. Aparte de conocer los edificios y su historia, el viaje en común ayuda a formar amistades entre todos los participantes.
Las actividades del Faithful Neighborhoods Centre, en Birmingham, van dirigidas a crear un espacio de encuentro, en el que pueda surgir un diálogo confiado
Otra iniciativa del FNC son las Birmingham Conversations. Se trata de juntar a personas de diferentes credos a hablar sobre aspectos de su fe y su forma de vivirla. Los grupos tienen un máximo de treinta participantes. Se reúnen una vez al mes durante seis meses. Las conversaciones apenas están pautadas: solo hay una pregunta al comienzo, pero luego la charla queda al arbitrio de los interlocutores. Al final, se reúnen las conclusiones y se exponen en un simposio al que se invita a otros miembros de las distintas comunidades. Hasta ahora, ha habido tres ediciones; la última, celebrada en noviembre del año pasado, sobre “la fe en la esfera pública”.
Jóvenes que celebran su fe
En las iniciativas interconfesionales promocionadas por Smith una de las prioridades han sido los jóvenes. Había organizado varias actividades para ellos a través de Scripture Union, un movimiento de cristianos evangélicos fundado hace casi 150 años y dedicado a difundir la Biblia. En el año 2000, después de haber comprobado el éxito de las conversaciones entre adultos de distintas confesiones, decidió crear un evento parecido para adolescentes. Lo llamó Youth Encounter. Pronto, comenzó a replicarlo en otros lugares, y escribió una breve guía con los principios de esos diálogos: entre otros, “hablar positivamente sobre mi fe, en vez de negativamente sobre la de los otros”, “no tratar a nadie como portavoz de toda su comunidad”, o “no decir a los demás en qué creen, dejar que ellos lo expliquen”.
Estos foros fueron tomando tomaron vida propia y creciendo más allá de las conversaciones. En 2008 nació The Feast, que organiza toda una serie de actividades para ayudar a jóvenes de distintos credos a conocerse mejor: salidas culturales, excursiones, campamentos, aunque siempre manteniendo los espacios para un diálogo constructivo.
Aunque nació en Birmingham, The Feast ya está presente en otras ciudades de Inglaterra, y está formando pequeños grupos en Líbano, Suiza y Alemania. Su trabajo es un ejemplo de que el conocimiento mutuo es la mejor forma de evitar la suspicacia o el odio que pretenden generar los fanatismos.
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