Cada 26 de abril, celebramos el Día Mundial de la Propiedad Intelectual para conocer la función que desempeñan los derechos de propiedad intelectual (patentes, marcas, diseños industriales, derecho de autor) en el fomento de la innovación y la creatividad. Es también una buena ocasión para reflexionar sobre el abuso y el ataque a dicha propiedad intelectual, producido por la copia y la descarga ilegal de libros, películas etc. No es sólo un problema económico, por las pérdidas que produce, es sobre todo un problema moral.
Cada día gente común y corriente produce cosas nuevas y fuera de lo común que hacen del mundo un lugar mejor.
Sus innovaciones adoptan infinidad de formas, desde objetos mundanos hasta cuasimilagros: un cartel publicitario en el Perú que recoge agua del aire y suministra agua potable a la comunidad local; una impresora en 3D de una universidad estadounidense que regenera el tejido humano dañado; un servicio de envío de dinero y de microfinanciación a través del móvil en Kenya; soluciones de energía renovable que suministran electricidad para los frigoríficos en zonas rurales de la India; una batería de grafeno china que carga teléfonos celulares en minutos; tecnologías de asistencia de última generación de la Federación de Rusia para ayudar a las personas con discapacidad a realizar tareas cotidianas.
Gracias a los nuevos medicamentos y materiales y a las variedades de cultivos y las comunicaciones mejoradas, la innovación está logrando que nuestra vida sea más sana, segura y cómoda. La innovación es una fuerza de la humanidad que no conoce límites. Convierte los problemas en progreso. Traspasa las fronteras de lo posible, al crear capacidades nuevas sin precedentes.
En este día Mundial de la Propiedad Intelectual de 2017 se celebra esa fuerza creativa. Analizaremos las mejoras que han traído a nuestra vida algunas de las innovaciones más extraordinarias del mundo y cómo contribuyen las nuevas ideas a afrontar retos mundiales comunes, como el cambio climático, la salud, la pobreza y la necesidad de alimentar a una población en constante crecimiento.
Estudiaremos la contribución que hace el sistema de propiedad intelectual a la innovación mediante la atracción de inversiones, la recompensa a los creadores, los estímulos para que desarrollen sus ideas y los mecanismos para garantizar que sus conocimientos están disponibles de manera gratuita a fin de que los innovadores del futuro puedan aprovechar las nuevas tecnologías del presente.
Para terminar, piensa en las siguientes preguntas: ¿Qué innovación ha mejorado tu vida en mayor medida? ¿Qué más se puede hacer para garantizar que las nuevas tecnologías llegan a las personas que las necesitan? ¿Cuáles cree que deben ser las prioridades en materia de innovación en el futuro?