La madre del conductor que este miércoles sufrió un accidente con un autobús en Fuenlabrada (Madrid), en el que 21 niños resultaron heridos de carácter leve, reconoció que su hijo consumió cocaína durante el fin de semana. En su opinión, se está castigando excesivamente a su hijo, pues aunque reconoce el consumo de cocaína, en su opinión no es distinto a «lo que hace cualquiera».
Efectivamente, España es el país donde se compra más cocaína del mundo. Según la ONU la población compradora es la comprendida entre los 15 y 64 años. “Las drogas son ilegales porque son peligrosas, no son peligrosas porque sean ilegales”, afirmó en una conferencia el director de la Oficina de la ONU para las Drogas y el Delito.
Fuente: Clemente Ferrer
España es el primer país del orbe en cuanto al consumo de cocaína. Ha superado a los Estados Unidos y cuadruplicado la media occidental. La droga es el ataque más grave que sufre la sociedad actual. Un ataque cuyas consecuencias alcanzan a todos, pero son especialmente víctimas los jóvenes, nuestro caudal más valioso.
La droga, cuanto más se consume, con más imperiosidad se necesita. El vendedor asegura al adolescente o al adulto incauto que le “llevará al paraíso”, pero oculta que el precio que deberá pagar es la propia autodestrucción, el deterioro físico y psíquico que transformará, el paraíso de unos instantes, en un “prolongado e insoportable infierno”.
Para tratar de paliar su consumo se ha divulgado una campaña publicitaria bajo el eslogan “Todo tiene un precio”. Busca concienciar a la sociedad sobre la presencia de las drogas como un producto que lleva al desastre. La idea creativa de la acción descansa sobre la aseveración: “Lo más peligroso de las drogas es olvidarnos de lo que realmente son”.