El panorama de corrupción

Por justicia y por solidaridad con tantas personas que lo están pasando tan mal por falta de trabajo y sin un euro que llevarse al bolsillo;  con tantos jóvenes que carentes de referentes de honradez; habían puesto su confianza de futuro, más en un buen pelotazo, que en el fruto de su preparación profesional y en un puesto de trabajo, por demás incierto; con tantas personas de recta conciencia que, veían estupefactas, cómo unos cuantos medraban “a ojos vistas”; cómo pasaban de hoy a mañana, del suéter y vaquero a la carísima indumentaria de nuevos ricos; cutres, en su exageración en los gastos y medios, empleados en un modelo de vida que les venía ancho…,da cierta satisfacción que se estén descubriendo tantos casos de corrupción.

No importa el momento en que se está haciendo ni tampoco su por qué. El caso es que viene bien que todas las personas a las que nos hemos referido y otras más, escandalizadas por estos comportamientos, perciban con claridad, cómo son escarmentados.

Que vean que lo que llamaban negocios, eran simple tapadera de una corrupción que les llevó a aprovecharse de la circunstancia, – especialmente bonancible para sus mezquinos intereses -, y de la confianza de muchas personas que trabajaban para ellos a las que han dejado tiradas, junto al cadáver de la gallina de los huevos de oro, a la que, de tanto estrujar, dieron muerte.

Por ello, y por la llamativa facilidad con la que aportan enormes fianzas para no ir a la cárcel, es necesario que cumplan, con toda justicia, con la Justicia.

Una Justicia que les haga, además, devolver los millones que se llevaron y romper así la inercia establecida hace tiempo en España, consistente en quedarse con lo robado a cambio de pasar un tiempo, proporcionalmente corto, en la cárcel.