El valor de la vida cotidiana en el mundo de Dickens

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«Sabedlo bien, hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca cada uno de vosotros descubrir»

Todas las historias de Dickens transcurren en lugares  normales: ciudades, casas,calles, caminos poblados de hosterías. Los personajes se dedican a trabajar en las más distintos quehaceres del obrar humano: maestros, hospederos, amas de llaves, zapateros, tenderos, camareras; pero lejos de ignorar la vida de todos los días y de quejarse de ella en el mundo de Dickens se presenta la cotidianidad con una luz propia positiva y alegre todas esas vidas normales y corrientes tienen sentido y las mismas cosas materiales cobran un brillo especial.

En palabras de Stefan Zweig su memorable mérito fue «descubrir lo que había de romántico en la vida civil, la poesía de lo prosaico. El fue el primero que tejió en red poética los hilos de la vida diaria de la más antipoetica de todas las naciones. Dickens es el nimbo dorado sobre la vulgaridad de todos los días, sobre la vulgaridad de las cosas y personas el idilio de Inglaterra. Es maravilloso su entusiasmo por lo vulgar, por las tradiciones patriarcales más insignificantes por todos esos pequeños detalles que hacen la vida» 

Dickens dar brillo a lo anodino, sentido de eternidad a lo de todos los días, dignidad a las vidas juzgadas como «vulgares». La vida cotidiana trascurre en la calle, en los caminos en los comercios pero sobre todo en la familia y en el trabajo. Dickens presenta una galería de familias tiene predilección por las familias numerosas que luchan para vivir con dignidad en medio de un ambiente adverso o difícil. Subraya la ayuda que dan los hermanos mayores a los más pequeños, la alegría de encontrarse en torno a una mesa, el dolor de una muerte temprana que se sobrelleva por por el cariño que reina en el hogar. No todo es fácil en las familias que nos propone Dickens la viudez es dura de llevar cómo es el caso de la mamá de Kit en «La tienda de antigüedades», la enfermedad del padre de condiciona la vida de Lucy en «Historia de dos ciudades». Las relaciones entre marido y mujer no son siempre armoniosas, pero se sobrellevan con paciencia y buen humor capacidad de perdón y esperanza.

El mundo del trabajo es el otro ámbito privilegiado de la vida ordinaria. Dickens nos presenta un variado muestrario de oficinas, bancos, fábricas y comercios en donde la gente normal desarrolla su trabajo. Por lo general la reina la paz y la alegría allí donde se establecen relaciones de amistad, de camaradería o de buena vecindad. Los establecimientos para el descanso o los de tipo gastronómico hosterías posadas restaurantes suelen ser ambiente de trabajo agradable y alegres también las pequeñas tiendas. En cambio en las oficinas públicas en las grandes fábricas reina anonimato y la inhumanidad. Dickens denuncia la falta de espíritu de servicio y responsabilidad por parte de funcionarios y empleados del Estado y las condiciones inhumanas de los obreros de la industria.

Familia, trabajo, cosas materiales que acompañan la vida de todos los días; este es el escenario donde se mueven los habitantes del mundo de Dickens. El novelista inglés hecha una luz nueva sobre el ordinario que le hace cobrar dignidad y sentido.

Cabría aquí recordar una frase de un santo contemporáneo San Josemaría Escrivá portador del mensaje de la llamada a la santidad en la vida ordinaria, con el que Dickens estaría de acuerdo: «Sabedlo bien, hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca cada uno de vosotros descubrir»

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