El tema elegido para este año en el Día Internacional de la Mujer es la Igualdad de Derechos, Igualdad de Oportunidades: progreso para todos.
En palabras del secretario general de la ONU para este día : «La igualdad de las mujeres y las niñas constituye también un imperativo económico y social. Hasta que no se logre liberar a las mujeres y las niñas de la pobreza y la injusticia, todos nuestros objetivos —la paz, la seguridad, el desarrollo sostenible— correrán peligro.».
Existe un campo, el de la maternidad, en el que la igualdad de derechos y de oportunidades de la mujer se encuentra gravemente lesionado. Este hecho sigue provocando una clara injusticia de la que hay que liberar, cuanto antes a la mujer de hoy.
Mientras sigan existiendo rechazo, ataques o exclusión laboral hacia la mujer embarazada, el verdadero desarrollo social está por realizarse.
Hasta que el gobierno no comprometa su ayuda y apoye decididamente a la red global de atención a la mujer embarazada, que ya funciona en varias Comunidades Autónomas, correrán grave peligro la paz y seguridad de las mujeres.
Si el hombre y el entorno familiar no apoyan de forma decidida a su pareja o hija embarazada de forma imprevista, asumirán la enorme responsabilidad de dejarla tirada a la puerta de los abortorios.
Efectivamente como dice el secretario general de la ONU mientras no se «logre liberar a las mujeres de la injusticia” de la soledad, ante el hecho del aborto que no desea y al que se ve arrojada por unas circunstancias perfectamente evitables; la igualdad de trato de la mujer respecto al hombre será una asignatura pendiente de nuestra sociedad.
En este día internacional de la mujer es preciso exigir a las distintas administraciones, medidas concretas de información sobre las consecuencias de una decisión dramática e irreparable. Es preciso que las mujeres que se plantean abortar conozcan las secuelas psicológicas de tal acto conocidas como síndrome postaborto (cuadro depresivo, sentimiento de culpa, pesadillas recurrentes, alteraciones de conducta, pérdida de autoestima, etc.
«El aborto es un drama con dos víctimas: una muere y la otra sobrevive y sufre a diario las consecuencias de una decisión dramática e irreparable. Quien aborta es siempre la madre y quien sufre las consecuencias también, aunque sea el resultado de una relación compartida y voluntaria». (Declaración de Madrid)