Desde hace varios años la festividad de la Sagrada Familia ha adquirido un carácter multitudinario. Cada 30 de diciembre, gentes de toda España están convocados a una original celebración de la familia en la Plaza de Colón de Madrid.
La familia es una institución por demás valiosa, que de un tiempo a esta parte, se ve acosada desde distintos puntos que, esgrimiendo motivos y formas diferentes, atentan contra ella. Aunque todo el mundo tiene derecho a discrepar, también acerca de la familia, no se le pueden negar: ni sus valores objetivos; ni su trascendente influencia en la formación humana de sus miembros, ni su proyección en lo social.
La familia, es la sociedad natural, que valora y quiere a sus miembros, no por lo que valen, sino por lo que son. En ella, aprende cada uno, a través de la convivencia, los valores que constituirán el referente en su proceso vital y a lo largo de su desarrollo personal, sus miembros aprenden, con el ejercicio de esos valores adquiridos a relacionarse con los demás.
En consecuencia, de su ambiente y de lo que se vive en ella, depende el futuro de la sociedad, en cuanto que es su reflejo y suma. Por otra parte, la familia actúa como soporte y colchón de esa sociedad, a la que sustituye y suple, cuando la necesidad de sus miembros lo exige. En ella nacen, en muchas ocasiones, iniciativas sociales, que dan solución a situaciones que no tienen espera. Podríamos seguir…
Por todo lo anterior, bastaría con pensar un poco sobre los acosos que sufre la familia, para darse cuenta que en el fondo se busca la destrucción de nuestra sociedad y sus valores. Por ello es primordial reaccionar. El Foro de la familia augura que el acto de Colón será una gran fiesta y por supuesto que lo será.