«La píldora del día después: ¿solución o problema?» Parte I

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El pasado 21 de junio la Dra. Pilar Vigil Portales, Miembro de la Academia Pontificia para la Vida, y Profesora de la Pontificia Universidad Católica de Chile, expuso en el salón de actos del Palacio Episcopal la conferencia: «La píldora del día después: ¿solución o problema?», en la que se refirió a los aspectos científicos de la llamada píldora, desentrañando los verdaderos efectos y consecuencias de la misma. La manipulación del lenguaje que existe en la actualidad respecto a los temas que conciernen a la vida humana, la industria e intereses que existen en torno a la reproducción, y los resultados que se han obtenido en diversos países tras varios años de suministrar esta píldora, fueron algunos de los temas destacados por la Dra. Vigil en su exposición. Por la actualidad y relevancia del tema, ofrecemos detalladamente la referida conferencia.

LA PROBLEMÁTICA DE LA PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS
Respecto a esto es tal la confusión que hay, que se podría tratar de manera muy superficial. Podría decirse, por ejemplo, que esta píldora es abortiva y que no se debe usar. Pero, como vamos a ir viendo, existe una manipulación del lenguaje que es muy importante que se entienda. Vamos a centrar el tema de la píldora del día después, tratando de ver si realmente es una solución o un problema.

Desde los años 60 la mujer, además de ingresar en el mundo laboral, comienza a tener acceso a la anticoncepción. Esta es una evolución muy importante. Paralelo a esto, en el año 54 se consigue la fecundación in vitro en los conejos. En el año 69 se consigue la primera fecundación in vitro en humanos. En este momento es cuando aparece el paralelismo entre fecundación in vitro y anticoncepción. En el año 78 nace, por fecundación in vitro, la niña Louise Down, diez años después de la primera fecundación in vitro en humanos. Durante esos diez años el problema que habían tenido es que no se habían dado cuenta de que los embriones estaban fecundados, ya que, al observarlos, parecía que no lo estuviesen. Durante esos diez años se estieron tirando embriones humanos pensando que no eran embriones, que eran sólo óvulos, hasta que a una tecnóloga se le ocurrió cambiar de colorante, y se dio cuenta de que efectivamente los óvulos estaban siendo fecundados. A partir de ahí se implantan embriones en el vientre de una mujer que tenía una obstrucción de las trompas de Falopio, dando lugar al nacimiento de Louise Down.

La fecundación in vitro hace que se rompa el vínculo personal para poder crear seres humanos. El cambio cultural que supone esta nueva forma de ser concebida la persona humana, de ser generada, es más profundo que el lanzamiento de la bomba atómica en Japón. La revolución que se genera realmente es enorme, y ya en el año 83 comienza una nueva era de producción industrial de seres humanos.

EL PRIMER DÍA DE LA VIDA
Comienza entonces una problemática acerca de cuándo se inicia la vida de los seres humanos. Hoy en día se discute en muchos lugares del mundo cuándo se inicia la vida de los seres humanos. Pero imagino que ustedes nunca han visto que en ningún sitio se dé una conferencia sobre cuándo se inicia la vida de un conejo, o de un elefante o un ratón. Esto ha llevado a una confusión enorme y distintas corrientes. Este es un concepto que nosotros debemos tener realmente claro para tener una opinión clara y formada.

Todos saben de la existencia de los espermatozoides y de los óvulos. Los espermatozoides son células que tienen una cabeza y una cola que se mueve, y los óvulos son las células que la mujer libera una vez en cada ciclo menstrual.
En el momento en el que se une la membrana plasmática del espermatozoide a la membrana plasmática del óvulo, ya no tenemos dos células, tenemos una. Esto sucede por una cosa física, no porque seamos sentimentales. Si nosotros trazásemos una línea podríamos, con el mismo trazo del lápiz, hacer una línea circular alrededor de todo este organismo. Este organismo es el que llamamos cigoto y es el que se ha llamado clásicamente embrión. Este organismo tiene ciertas características que le son propias; ya es distinto de lo que era el espermatozoide y de lo que era el óvulo, porque ya no es óvulo ni espermatozoide.

Uno de los argumentos más sólidos, desde el punto de vista biológico, que sostenía que éste no era un organismo de la especie humana, es el que decía que el cigoto se autosustentaba sólo mediante la expresión de los cromosomas de la madre. Sólo los genes que venían de la madre darían mensajes y los que venían del padre no estarían dando ningún mensaje a este embrión. Pero en el año 1995 un grupo de investigadores, “Fitler y colaboradores”, pudieron establecer que en este embrión, ya están los transcriptos, que son los mensajes de los genes. La maravilla de esto, desde el punto de vista biológico, es que en este embrión ya los genes del padre están dando su mensaje. Eso se sabe porque los transcriptos que se han identificado son aquellos provenientes de un tipo de genes que son los llamados “grupo génico SRY”. Este grupo de genes es importante, porque determina el sexo. Es increíble que el primer grupo de genes que se activa es el que determina si es hombre o si es mujer. Esto es de una importancia enorme desde el punto de vista antropológico, filosófico, científico porque había toda una teoría acerca de la diferenciación sexual, que se creía que no ocurría hasta el tercer mes de vida intrauterina. Con estos resultados del trabajo del año 95, todas esas teorías se desarman. La naturaleza es tal que, instantes después de la unión de las dos membranas, este cigoto empieza a revelarse como hombre o como mujer.

Entonces, ¿qué nos está diciendo la presencia de los transcriptos? Nos está diciendo que la activación y expresión del genoma del nuevo individuo ocurre instantes después de la fecundación y que el SRY es un gen que se activa muy temprano en el desarrollo. Después de esto sigue una interacción entre los cromosomas que se van acercando, y viene este embrión llamado en “estado de pro núcleos”, o “célula de pro núcleos”. A partir de aquí es cuando se da la manipulación del lenguaje. A este cigoto ya no se le llama embrión, se le llama célula al “estado de pro núcleos”, pero sólo en el caso humano: en el caso de las ratas, los elefantes, los conejos se le llama embrión.

En las legislaciones de países como los EE.UU., Alemania, Francia, Chile; no sé el caso específico de España pero supongo que también, se habla mucho de la “singamia”. La “singamia” es un proceso que significa la fusión de los cromosomas. La “singamia” en el ser humano no existe. Los cromosomas no llegan a unirse nunca. Y resulta que legislaciones de numerosísimos países consideran a este momento como aquel en el que se inicia la vida humana. Por lo tanto, si nosotros hablamos de que la vida empieza cuando se unen los cromosomas del padre con los de la madre, ninguno de nosotros estaría vivo porque los cromosomas de la madre con los del padre no llegan nunca a entremezclarse, sino que solamente se apoyan. Pero los investigadores y los científicos no están todos locos, lo que ocurre es que los experimentos se hacen con el erizo de mar, y el erizo de mar sí tiene toda esa unión de cromosomas, de singamia. Entonces se extrapoló lo que pasaba en el erizo de mar al ser humano, pero en el ser humano no ocurre nunca así.

Luego el embrión parte en su viaje por las trompas de Falopio. Este embrión es capaz de generar de cada una de estas células un ser humano. Por ejemplo, los gemelos se forman en este momento.
En el caso del ser humano se han establecido numerosos momentos del inicio de la vida. Estaría el momento cero, que es el momento de la fecundación. Pero también se ha supuesto que la vida comienza a los dos, cuatro, seis, siete, quince, una serie de días después de la fecundación. ¿Por qué? En el día siete se da la implantación. Esta es la definición que se usa hoy día, según la Conferencia celebrada en El Cairo en 1998, en la que se determinó que este embrión, cuando se implantaba, tenía contacto con la madre, y por lo tanto, ahí empieza la vida. Para otros empieza cuando se desarrolla la primera neurona, a los catorce días. Antes de que tenga neuronas no es vida humana porque no puede pensar, y no va a tener la capacidad de razón o voluntad. La pregunta que tendríamos que hacernos es, qué sucede por ejemplo cuando estamos bajo los efectos de la anestesia, y no tenemos la capacidad de pensar.

Evidentemente nuestra humanidad no puede estar determinada solamente por tener uso de razón, porque en muchos momentos podemos no tenerla. Otros dicen que la vida comienza cuando se dan los primeros latidos cardíacos, y me parece gracioso, porque viene de que los primeros latidos del corazón expresan que uno ya tiene sentimientos. No tiene sentido que si se mueve el corazón somos humanos y si se deja de mover dejamos de serlo. Para otros es cuando empezamos a parecernos humanos. Y para algunos, como es el caso del aborto por decapitación en los Estados Unidos, se considera que es aborto si yo a este niño lo mato antes de cortar el cordón umbilical; en cambio si lo mato después de cortar el cordón entonces es un infanticidio, y tiene pena de cárcel. Esto no tiene ninguna razón de ser, porque al niño le duele exactamente igual que yo le mate con el cordón conectado a la madre o sin él. Estos niños sufren, patalean y es realmente un crimen horroroso. Pero es un crimen que hoy día está legalizado y nos preguntamos ¿por qué? Porque se definió que las personas tienen derechos como tal una vez que se corta el cordón umbilical. Para que vean que se es bastante subjetivo cuando se está definiendo.

Hoy día está clarísimo, desde el punto de vista de la ciencia, que la vida comienza en el momento mismo de la fecundación, cuando se une el óvulo con el espermatozoide y este ser comienza su viaje a través de la trompa de Falopio. A los seis días llega al útero y allí se produce la implantación. Esto se llama blastocito y es capaz de penetrar en la matriz de la madre.
La siguiente frase es de las mejores que he podido leer respecto a esto, y está sacada del documento “Donum Vitae” del año 87: “Desde el momento en el que el óvulo es fecundado se inaugura una nueva vida, que no es la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo. Jamás llegará a ser humano si no lo ha sido desde entonces”. Esta es una de las frases más educativas que uno puede decir y creo que es muy difícil rebatir un argumento tan lógico y simple como ése, porque es muy difícil sacar un ser humano de una mesa.

El cigoto contiene el genoma que lo caracteriza y tiene la capacidad de auto-reformulación y organización, de continuidad y de ir cambiando y evolucionando a partir de sí mismo. Es el desarrollo de una forma a partir de otra y es lo que le da la característica de organismo vivo y es lo que diferencia el cigoto del espermatozoide. ¿Por qué el espermatozoide no es un organismo vivo, sino que solo es una célula viva? Porque si dejamos al espermatozoide solo, el espermatozoide va a seguir siendo espermatozoide, no va a continuar su desarrollo autorregulándose ni generándose de sí mismo. Eso es lo que distingue a un organismo vivo, de una célula.

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