Las tres etapas del feminismo hasta convertirse en radical

Filed under General, Valores

¿Qué camino ha recorrido el feminismo hasta llegar a la ideología de género? La pretensión del primer feminismo –por los tiempos de la Revolución Francesa– fue legítima y positiva: la equiparación de derechos entre el varón y la mujer. Pero a los derechos siguieron las funciones, y el feminismo comenzó a exigir la eliminación del tradicional reparto de papeles, juzgado como arbitrario.

Así, el segundo feminismo rechazó la maternidad, el matrimonio y la familia, como si fueran formas de esclavitud del varón sobre la mujer. En el origen de esta nueva pretensión encontramos las ideas de Simone de Beauvoir, publicadas en 1949 en su revolucionario ensayo El segundo sexo. Beauvoir previene contra «la trampa de la maternidad», anima a la mujer a liberarse de las «ataduras de su naturaleza», y recomienda el traspaso de la educación de los hijos a la sociedad, las relaciones lesbianas y la práctica del aborto. Estas ideas triunfaron en el París del 68 y se extendieron por los campus europeos y norteamericanos.

Hoy, en un tercer paso, los promotores del feminismo radical de género luchan por el triunfo de nuevos modelos de familia, educación y relaciones, donde lo masculino y lo femenino esté abierto a todas las opciones posibles. Como botón de muestra, en la España de la primera década del siglo XXI, la presentación en el BOE de la asignatura «Educación para la Ciudadanía» no hablaba en ningún caso de la verdad, el bien o la conciencia; en contadas ocasiones se refería a la familia y a los padres. En cambio, medio centenar de veces reivindicaba la libertad de todo niño y adolescente para elegir su orientación afectivo-sexual.

Más que un tema jurídico o religioso, más que una cuestión de tolerancia o libertad, más que un asunto tradicional o progresista, de derechas o izquierdas, conviene repetir que se trata de un choque frontal contra la realidad de las cosas. Pasar por alto el peso de la biología y afirmar que la sexualidad masculina y femenina es opcional, no determinada por la condición biológica del varón y la mujer, es pretender la cuadratura del círculo.

La ideología de género, al proponer una libertad corporal absoluta, provoca serios conflictos legales, morales y psicológicos, de los que no se libran los posibles niños adoptados. En 2010, López Ibor, Presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría, señalaba que «un niño paternizado por una pareja homosexual entrará necesariamente en conflicto con otros niños, se conformará psicológicamente como un niño en lucha constante con su entorno y con los demás, incubará frustración y agresividad».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.