El viaje de Pedro Sánchez en avión oficial a Castellón, para asistir a dos reuniones informales de 55 minutos y disfrutar de un concierto de The Killers de dos horas de duracion; ha vuelto a llenar los medios de comunicación de comentarios sobre la necesidad qus tienen los politicos de dar ejemplo de sobriedad en sus actuaciones públicas.
El político ha de esforzarse y luchar para no usar de forma innecesaria los bienes que se ponen a su disposicion por el cargo que ocupa. Si sólo se afana en buscar las mayores comodidades en sus desplazamientos personales haciendo uso de los bienes públicos difícilmente podrán desempeñar con ejemplaridad su labor.
Saber prescindir de lo claramente superfluo, proporciona al politico y a cualquier persona dominio de sí, evitando que caiga tontamente en un cierto hedonismo, en un afán desmedido de bienestar o de ostentación de los medios materiales que posee, lo cual desfigura su imagen del buen político.
Si el cargo público no realiza gastos inútiles, tiene moderación en la comida, en la bebida, en el descanso; procura prescindir de ciertos caprichos etc, su imagen subirá muchos enteros, porque la ciudadanía se dará cuenta.
El político como cualquier ser humano vale más por lo que es que por lo que tiene a su alcance. Evitando gastos desproporcionados nos dará a todos un ejemplo acabado de vida sobria y templada, que le permitirá ejercer su cargo con sabiduría que es lo más alejado a la ostentación y a la vanidad.