La defensa de la vida, la mujer y la maternidad es una de las necesidades perentorias de nuestra época para construir una sociedad acorde con la dignidad humana. El siglo XXI debe ser el siglo del compromiso con la vida superando la “cultura de la muerte” que caracterizó al siglo XX, siglo de totalitarismos, guerras, genocidios y aborto. Esta exigencia ética coincide con la necesidad de superar el suicidio demográfico en que está empeñada la vieja
Europa y con ella España: la caída de la natalidad es la verdadera “bomba demográfica” de nuestra época. El apoyo a la maternidad es exigencia de
justicia y, además, de perentoria necesidad para que España y Europa en su conjunto tengan futuro.
Los padres de familia son verdaderos benefactores sociales. Su apertura a la maternidad/paternidad les convierte en personas que ayudan a garantizar una sociedad con futuro y, por ello, merecen la solidaridad y el apoyo de toda la sociedad a través de políticas públicas comprometidas activamente con la maternidad y la vida.
Toda Europa es consciente ya de que necesitamos ciudadanos que se abran a la vida pues sin esos benefactores sociales Europa pasará a ser algo residual en un mundo global donde el capital humano es –como siempre- condición imprescindible de viabilidad. Necesitamos apoyar la maternidad porque es de justicia y porque, además, resulta imprescindible para tener futuro. Los prejuicios ideológicos del antihumanismo laicista de género (la exaltación de una sexualidad irresponsable, la fobia a la maternidad, el desprecio a la vida) no pueden seguir bloqueando algo que es de justicia: el apoyo público a la vida y la maternidad.
Por ello, en este año 2014, los convocantes de las concentraciones del Día Internacional de la Vida en España solicitamos a todas las autoridades europeas y nacionales:
a) políticas activas y eficaces de protección a la maternidad y la familia, sostén de la sociedad en esta época de crisis, fuente de solidaridad y garante de la vida y el cuidado a los más necesitados.
b) Apoyo real a la mujer embarazada para que pueda ejercer su derecho a ser madre con el apoyo de redes eficaces que le garanticen que nunca
estará sola ante sus problemas y dificultades.
c) Construcción de un compromiso público con la maternidad y la vida como bienes sociales dignos de aprecio y aplauso; compromiso que
debe extenderse a las políticas públicas, al modelo de relaciones laborales y la cultura común.
Y, en particular, solicitamos al Gobierno y los partidos políticos españoles que en el actual debate sobre la reforma de la legislación en materia de
aborto se preocupen de verdad y en serio de ayudar a construir unasociedad que proteja la vida y la maternidad en clave de solidaridad
comprometida con la mujer embarazada y sus necesidades.
Por cuarto años consecutivos nos reunimos para celebrar el Día Internacional de la Vida y queremos manifestar ante toda la sociedad española y ante el mundo, que defendemos:
1.- Que cada vida humana es única, irrepetible y valiosa y debe ser protegida y cuidada desde su concepción hasta la muerte natural, siempre y en toda circunstancia y sobre todo en los momentos de mayor fragilidad.
2.- Que el ser humano tiene una dignidad que no pierde con la edad, la enfermedad o las circunstancias en las que ha sido engendrado o le ha tocado vivir y debemos reconocerle los derechos asociados a esa dignidad.
Un año más, COMPROMETIDOS CON LA VIDA, manifestamos nuestra voluntad de trabajar activamente para que España sea punta de lanza en
Europa en la recuperación del aprecio y la protección a la vida humana, la mujer y la maternidad.
Madrid, marzo de 2014.