Manos Unidas ha lanzado una campaña publicitaria bajo el eslogan ‘¡Luchamos contra la pobreza! ¿Te apuntas?’. En la Unión Europea, compuesta por millones de mortales que no pueden garantizar, para sí mismos o para su familia, el sustento y el techo al finalizar la jornada, la calidad de vida de 70 millones de habitantes de la UE se encuentra dentro de lo que las autoridades estiman como indigencia.
Según la Fundación Schumann, “la pobreza es un fenómeno que tiene muchas formas y es difícil de comprender. No cabe ninguna duda de que una familia, con falta de recursos para satisfacer las necesidades básicas como comida, abrigo y calefacción, es indigente”.
REDACCIÓN SYM
De acuerdo con otro informe, divulgado por Eurostat, la diferencia entre los países ricos y pobres de la Unión Europea aumenta; los ricos son cada vez más opulentos y los pobres cada vez más indigentes.
Por otra parte, en el último estudio sobre el hambre, titulado “El Estado de la Inseguridad Alimenticia en el Mundo”, la FAO informa sobre los esfuerzos realizados para alcanzar el objetivo establecido por la Cumbre Mundial sobre la Alimentación en 1996, reducir a la mitad el número de personas desnutridas en el mundo para este año 2015.
El director general de la FAO, recuerda que “comer es un derecho fundamental de la Humanidad. El hambre es una afrenta a la dignidad humana”. El desarrollo económico, las inversiones en agricultura, las estructuras rurales, la investigación agrícola, una enseñanza de calidad para los niños en las zonas agrarias son requisitos fundamentales para aumentar el rendimiento agrario y aminorar la pobreza”, afirma el estudio.
La infancia en la indigencia, vejada, golpeada e inmolada es un crimen contra la humanidad que pronto será juzgada por sus propios descendientes. Según la Organización Mundial de la Salud, cerca de 50 millones de criaturas no están inscritas en ningún registro. Más de 120 millones de chiquillos carecen de los alimentos básicos.
Cincuenta mil críos agonizan de gazuza al día. También, uno de cada cuatro niños, menores de 5 años, vivirán los efectos de la depauperación; anemias, minusvalías, deficiencias físicas y mentales. Por último, en el citado informe se asevera que “comer es un derecho fundamental de la Humanidad. El hambre es una afrenta a la dignidad humana”.
Clemente Ferrer