La educación en la abstinencia retrasa la edad de inicio en el sexo. Los autores subrayan que, a pesar de los resultados, no se deben abandonar otros planes.
EL MUNDO.ES MADRID.- Impartir una educación sexual basada en la abstinencia retrasa la edad de la primera relación de forma más efectiva que aquella centrada en el sexo seguro. Esta es laconclusión de un estudio realizado en Estados Unidos con menores de 11 a 15 años, que
aparece esta semana en ‘Archives of Paediatrics and Adolescent Medicine’.
«Es extremadamente importante encontrar una intervención eficaz que retrase el inicio de la actividad sexual; cuanto más joven se tiene la primera relación sexual, menos probable es que se usen condones», ha explicado el autor principal del estudio, John B. Jemmott III, profesor de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos).
Los investigadores pusieron a prueba un programa en el que alumnos de sexto y séptimo grado (de 11 a 15 años) recibían información sobre los inconvenientes de mantener relaciones sexuales a su edad. Las enseñanzas no se basaban en principios morales, como llegar virgen al matrimonio, sino en los riesgos del sexo en la adolescencia temprana, como el embarazo no deseado, el contagio del VIH y de otras enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Unos 600 escolares afroamericanos participaron en el estudio, en el que la mitad recibió ‘clases’ sobre las bondades de la abstinencia y el resto información sobre la necesidad de utilizar preservativos para evitar los riesgos antes citados.
Al cabo de dos años, un tercio de los educados en la abstinencia había mantenido ya su primera relación sexual frente al 50% de los que fueron entrenadores para usar condones. La solución tiene muchas caras.
Estos resultados ponen en solfa las críticas elevadas contra los programas que fomentan la abstinencia, tildadas de inútiles por un sector de la sociedad estadounidense. No obstante, los autores subrayan que «estos hallazgos no indican que esta intervención sea la mejor o que otros programas deban abandonarse».
«Atajar el problema de las enfermedades de transmisión sexual en los jóvenes requiere el uso de un abanico de estrategias», señalan. Sus conclusiones sugieren que «aquellas basadas sólo en la abstinencia pueden formar parte de este mix […] ya que pueden ayudar a alcanzar la meta de frenar la extensión de las ETS tanto en EEUU como en otros países».