“Las distintas píldoras del día después era un producto en claro descenso y han pasado a crecer hasta un 139%. El hecho de que los laboratorios consiguieran que fuera de libre acceso ha hecho que obtengan unos resultados económicos espectaculares”. Afirma el portavoz de la consultoría IMS Health, adalid del sector sanitario y cuyos estudios descubren que el empleo de anticonceptivos es cada vez mayor.
El Laboratorio italiano Chiesi, acrecentó un 219% su volumen de negocio. Ha llegado a las farmacias la pastilla asesina; la “píldora de los cinco días después”, que impide que la fecundación se despliegue hasta 100 horas después de haberse producido el embarazo.
Por otra parte, otra investigación publicada en la revista del Colegio de Ginecólogos de EEUU, señala que la venta indiscriminada de la pastilla contraceptiva, no detiene el número de embarazos no deseados, ni la tasa de abortos.
Este revés también ha sido resaltado por el departamento de Salud de Gran Bretaña, al dar al reconocer una crecida del 3,9% de abortos en adolescentes. El análisis pone en duda, toda una política de salud pública. La propagación de la píldora post coital se equipara con el número de abortos y embarazos no deseados en el tramo de adolescentes entre los 15 a 19 abriles.
El aborto en este trecho de edad, se ha acrecentado un 10%. Está claro que, el abrir la puerta a la píldora abortiva, sin los convenientes controles administrativos, de urgencia o sin expectativa real de emergencia, es agrandar los peligros del embarazo y del aborto.
“Es una incongruencia que se necesite una receta para un antibiótico, para muchos antigripales, analgésicos, para la píldora normal, y no para la píldora del día después, que es quince veces más fuerte”, asevera Esther de la Viuda, presidenta de la Sociedad Española de Contracepción.
La vida humana ya existe desde el mismo momento de la fecundación hasta su muerte natural. Nada ni nadie puede eliminar a un ser humano, del claustro materno.