Milagro

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“El milagro no es compatible con la ciencia”. ¡Y tanto! La verdad es que la portada del periódico que lleva esta afirmación del astrofísico Hawking no puede ser más peregrina. Precisamente el milagro, stricto sensu, consiste en la suspensión de las leyes físicas, químicas y biológicas. Si no, no sería un milagro. Por tanto, milagro y ciencia no son “compatibles”. Pero quien dice esto, o bien no sabe ciencia o no sabe teología. Lo afirma Stephen Hawking, por lo que tengo que concluir que desconoce lo que es la teología, porque de ciencia sabe un capazo.

Tampoco es de extrañar. Afirma de sí que es ateo. Por tanto es comprensible que no haya dedicado un minuto de su tiempo a comprender algo que piensa que no existe. Normal. Si, por ejemplo, no creo en los fantasmas, como así sucede, no sabré nunca nada de fantasmagorías, por la sencilla razón de que no he dedicado un segundo de mi vida a esa supuesta “ciencia de la fantasmalogía”, si es que existe, que no lo sé. En este tema si dijera algo sería una fantasmada.

Pero creer o no creer en los milagros es pensar que hay (o no) un Ser que actúa en nuestro cosmos, que está por encima de las leyes de ese universo y que puede intervenir suspendiendo esas mismas leyes en un momento dado. Ninguno de nosotros disponemos de tal poder, porque formamos parte de la naturaleza y no podemos sustraernos a esas leyes. Así, por ejemplo,
está en una silla de ruedas con un sintonizador de voz metálico, porque, y me da mucha pena cada vez que lo veo, padece una grave enfermedad neurodegenerativa, y no puede hurtarse, en el estado de la ciencia actual, a las leyes que impone esa misma naturaleza deteriorada.

El milagro para él (y todos) sería que se levantara y anduviera. Que hablara con normalidad, que no estuviera sujeto a su silla electrónica ni a sus cinco cuidadores. El milagro es lo extraordinario, lo anormal, lo que sucede de vez en cuando, y que la ciencia no puede esclarecer, al menos en el momento actual.

Un ejemplo al alcance de todos, que no es ciertamente un milagro sino un enigma indescifrable hasta el momento ¿Cómo se explica un negativo tridimensional como el que se ve impreso en la Síndone de Turín? A la vista está de todos. Hoy no sabemos siquiera cómo se ha formado, ni disponemos de medios en 3D capaces de realizar semejante imagen. ¿Y? Esta es la cuestión. Puestos a hablar de milagros en un sentido amplio, compatible con la ciencia, ¿no es milagro que el sol salga y se ponga cada día, siguiendo unas leyes precisas que conocemos? ¿No es milagro que estemos vivos? El Universo, la vida son los auténticos milagros. La ciencia y nuestra capacidad de desentrañar los misterios de la naturaleza también son milagro.

Pedro López. Biólogo

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