P.D.D.

Con gran decepción numerosos españoles hemos conocido la medida de proponer la distribución en farmacias de la denominada «píldora del día siguiente»; sin duda otro paso más para facilitar la eliminación de seres humanos en sus etapas más iniciales de la vida.  

Antes se promocionó la utilización de preservativos con intensas campañas, incluso con su suministro gratuito, sin embargo los embarazos de adolescentes siguió aumentando ¿No creen que nuestra sociedad debería reflexionar?. Y es que está claro que algo falla.

El amor juvenil es algo más que sexo. Así, entre las campañas que se promueven habría que tener la valentía ética y el coraje moral de transmitir a nuestra juventud otros valores que no sean los de la más dura genitalidad. Con estas medidas no se hace más que promocionar el placer del adolescente como un objetivo fundamental de su vida.

¿No creen que sería más importante inculcarles valores como la fidelidad?, valor que nadie creo que se atreva a poner en duda. El mostrar a nuestros jóvenes el valor del amor. Decirles que se puede marchitar el cuerpo, pero que no se marchita el alma. Contarles que para disfrutar durante toda su vida de un amor que no se agoste, hay que prepararse desde la adolescencia y la juventud, y eso no tiene nada que ver con las relaciones sexuales que se están proponiendo, ni con el uso de una píldora que lo único que persigue es sexo sin sobresaltos a costa de la vida de inocentes.

Los que aprueban estas deleznables propuestas pasarán, como todos, pero las responsabilidades morales derivadas de las acciones realizadas permanecen, y no les quepa duda que de ellas no solo les juzgará la historia.