( dedicada a S.S. Benedicto XVI)
Dice el Señor: “Ponte en vela,
reanima lo que te queda
y está a punto de morir”.
Llevadas por la rutina,
las almas se desaniman
y acaban por sucumbir;
mientras perdura un rescoldo,
no se han perdido del todo
y es posible resurgir.
Si reanimas la esperanza,
despertarás sin tardanza,
antes de que llegue el fin:
deja paso al viento fresco
que va a darle fuerza al fuego
para un nuevo porvenir.