Nadie podrá decir que tú le engañas
con planes y propuestas especiales;
y no presentarás bienes por males,
porque no eres amigo de patrañas.
No se esperan de ti grandes hazañas,
ni que sean tus pensamientos geniales;
y si son todos tus días normales,
no debes esperar cosas extrañas.
Lo tuyo es avanzar en lo ordinario,
a base de esfuerzo y de trabajo,
sin buscar un perfil estrafalario:
el que vayas creciendo desde abajo,
al abrigo de un sueño solidario,
da valor al empeño que te atrajo.