Esfuérzate en lo ORDINARIO
para que puedas llevar
a tu trabajo diario
afanes de eternidad;
si aprendes a ser feliz
con los hechos cotidianos,
nada podrá contra ti
la tentación de lo vano,
ni podrán las apariencias
de ilusiones deslumbrarte
con utópicas creencias
que no van a realizarse.
Cualquiera que coincidiera
tus circunstancias y oficio,
enarbola por bandera
ESPÍRITU DE SERVICIO,
porque el hombre se realiza
con la entrega a los demás
y la entrega garantiza
que tu alma crecerá;
te recuerdo aquel refrán
que siempre fue cosa cierta
y es que la felicidad
abre hacia fuera sus puertas.