Igual que el ordenador
al apagarlo descansa,
el sueño reparador
a nuestra mente da calma
y las pequeñas heridas
que dañan el disco duro
al dormirnos cicatrizan
con el descanso nocturno;
tras este proceso grato
de limpieza cerebral,
por la mañana más datos
podremos almacenar…
Pero la computadora
apagada, desconecta
mientras quien sueña recobra
recuerdos de la trastienda,
pues la mente liberada
de prejuicios que le aprietan
será la mejor aliada
de quien escribe poemas.