El mundo actual, preocupado por los bienes materiales y el consumo, confunde la Navidad con los fastos con los que se rodean estas fechas…Es lógico que en tiempos de crisis cunda el desánimo y las personas no tengan ilusión por celebrar nada, sino se profundiza en lo esencial.
Es Navidad. Un belén
puedes montar en tu alma
si para poderlo hacer
sitio adecuado le guardas:
una base de alegría
es el cimiento mejor,
si retiras de tu vida
los temores y el rencor;
a María y a José
les sirve cualquier rincón,
con tal que pueda tener
espacio para el Amor;
tú verás donde colocas
con cuidado mula y buey,
que ellos seguro no estorban
porque son de buena ley;
deberás irla limpiando
de soberbia y resquemores
para dejar reservado
lugar para los pastores;
bajando de las alturas
los Ángeles cantarán
si consiguen con tu ayuda
el alma llenar de paz;
para iluminar la escena
y ser guía de los Magos,
debe caber una estrella
donde estaban los pecados…
Es Navidad. El Misterio
puedes montar en tu alma
y contemplar en silencio
a Dios que en Niño se encarna.