Después de la Semana de Pasión, viene el gran día de la Resurrección:el domingo, del día del Señor, será el día festivo por antonomasia para los cristianos.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Sólo la noche fue mudo testigo
de la victoria del Crucificado:
dejó la muerte de ser enemigo
y por su entrega derrotó al pecado.
Las llagas de sus manos son abrigo
para el que sufre, y el desesperado
puede buscar feliz su rostro amigo
que le ayuda a saberse siempre amado.
Gozoso se despertó el nuevo día,
repleto de sorpresas y emociones
para quien lloró su lenta agonía:
entre parabienes y bendiciones,
el Resucitado puso alegría
en sus atribulados corazones.
José García Velázquez