SEÑORÍO
Si vives en la molicie,
quizás ves la paradoja:
puede ser que desperdicies
lo mejor, según escojas.
Quien lleva una vida austera,
disfruta la libertad
de prescindir cuando quiera
del halago y vanidad;
mientras quien todo apetece
y de gustos se regala,
en la tristeza perece
cuando el placer se le acaba.
Aquel que lo tiene todo,
a veces no lo disfruta:
es como ese niño tonto
que no se conforma nunca.
Conviene reflexionar
en un dicho que es muy cierto:
y es que la necesidad
nos agudiza el ingenio.