De Dios eres mensajero
y cumples con tu misión
con el acierto certero
de quien es buen servidor:
Dios te puso junto a mí
para guiar mi camino,
para que fuera feliz
siempre que no fuera esquivo;
no hay en nuestra sociedad
sitio para estar contigo
y lo que no es material
se desprecia decidido;
más si contigo converso
y te cuento mis problemas,
te demuestras siempre atento
y solucionas mis penas.
Ya sencillo, ya importante,
cuando algo me propongo
se que llevo por delante
la ayuda de mi Custodio.