Esa vida que parece
que no tuviera importancia,
porque nada especial tiene
de aventura ni elegancia;
esa vida que repite
cada día el mismo esquema,
porque nada te permite
irle cambiando de tema;
esa vida que por fuera
parece sin luz ni brillo,
pero por dentro te quema
por hacer bien lo sencillo;
esa vida que preside
siempre la monotonía,
si tú con amor la vives
se llenará de alegría;
esa vida tan humilde,
tan vulgar y tan corriente,
no olvides que Dios la mide
por tu servicio a la gente;
y aunque te parezca oscura,
que nunca será noticia,
por el amor te asegura
desde el cielo las primicias:
esa vida que parece
que no tuviera valor,
en santidad sí que crece
si la vives cara a Dios.