“¡Qué angosta es la puerta y estrecha la senda que lleva a la Vida…!” Mt 7, 14
Elegiste tu camino
en respuesta a la llamada,
entregada en alma y cuerpo
sin volver atrás la mirada.
Has sido consciente
desde el inicio
de escoger un camino
de sacrificio,
sin permitir
un resquicio
al egoísmo ni a la tristeza,
en beneficio
de quienes te rodean,
siempre al servicio
de los demás,
sin dar bullicio
a tu entrega,
viviendo el principio
de cuidar los detalles
con buen oficio.
Mientras el camino fácil
conduce al precipicio,
el camino más estrecho
te lleva al quicio
del mismo cielo,seguro auspicio
de seguir el sendero
a Dios propicio.
Camino que ve alegría
donde los demás ven cruz:
camino de santidad
que te lleva hasta la Luz.