En su comparecencia en el balcón de Génova 13 para celebrar la victoria electoral con los cientos de simpatizantes que le aguardan ante la sede central del PP en Madrid, los ciudadanos comprometidos con los valores innegociables celebraban la ruptura con el proyecto anterior», como bien significaba el propio líder de los populares en su discurso, pero se encargaban también de recordarle las asignaturas pendientes, y por encima de todas ellas, la defensa del derecho a vivir.
FUENTE: Hazteoir
Con gritos de «¡Quita el aborto, quita el aborto, quita el aborto!» que se escuchó con claridad en las emisiones de las televisiones y radios que transmitían en ese momento, las 11:59:28 horas del 20N -posteriormente vuelve a oírse el mismo grito por la vida a las 22:59:50-, el mensaje de agradecimiento de Rajoy en el balcón de Génova, y reforzado el oído con la vista gracias a una enorme pancarta que portaba un grupo de jóvenes con la leyenda Ni con 16, ni con 18: aborto abolición, se hacía patente la exigencia y esperanza de la ciudadanía, que deposita en Mariano Rajoy su confianza para que sepa comprometerse con el primer derecho humano.
Rajoy sólo respondió con un «bueno..» el ver interrumpido su discurso por el clamor provida, sin hacer alusiones a la petición en su discurso, que centró en la crisis económica: «No tendré otros enemigos que el paro y el estancamiento económico», señalaba. Toca dar margen a la confianza, e insistir en que el valor de la vida es innegociable: los ciudadanos activos no pararemos hasta que se derogue la ley del aborto.
Curiosamente, casi ningún medio se hizo eco de este evidente pronunciamiento cívico por la vida (Intereconomía sí lo citaba al final de su crónica). Sí lo destacó el diario El País en informaciones y artículos de opinión anoche, en referencias hoy casi imposibles de encontrar, en una línea despreciativa, como cabía esperar. .