Las concesiones de TVE al colectivo LGTB
El pasado domingo día 23 de septiembre los televidentes, con cierto sentido de la estética y del buen gusto, que contemplábamos el programa “Máster chef celebrity” de la 1 de televisión española, asistimos atónitos a un espectáculo que parecía claramente “cocinado” de antemano, como una más de tantas concesiones a la moda de lo políticamente correcto.
Junto al jurado habitual del programa, formaba parte del mismo el anterior ganador de la edición, el policía nacional y piragüista olímpico Saúl Craviotto que tuvo que aguantar durante gran parte del programa los continuos comentarios de tipo sexual hacia su persona que le dedicó Boris Izaguirre.
La mirada de Craviotto lo decía todo cuando el conocido integrante del colectivo LGTB le asediaba con frases reiterativas como «estás muy bueno», «me gustaría que vinieras a mi casa para que me enseñaras …» o “me gustaría tocar tus brazos musculosos” o “me gustaría darte un abrazo”, deseos ambos a los que Craviotto tuvo que acceder como una concesión más al guion preestablecido. Todo ello entre risas y apariencia de normalidad en un claro intento de dar espectáculo a cualquier precio.
Si los comentarios y la actitud de Boris Izaguirre hacia Saúl Craviotto, los hubiera dirigido otro de los concursantes, por ejemplo, hacia la presentadora del programa Eva González, dicha actitud hubiera sido pronto tildada , y con razón, de «acoso» hacia ella e inmediatamente el colectivo «Me too» hubiera puesto seguramente el grito en el cielo.
Pero no, desde hace tiempo la consigna general y lo políticamente correcto en todo lo referido a lo LGTB es condescendencia y permisividad total hacia sus actuaciones, pues cualquier atisbo de crítica hacia actitudes claramente inconvenientes por parte de integrantes de ese colectivo son tachadas inmediatamente de homófobas.
No todo vale y la deriva ideológica a la que estamos asistiendo en la programación de nuestra televisión española, le está perjudicando de forma ostensible. La pérdida de audiencia general de la cadena no es más que su consecuencia lógica.
