La problemática de los niños superdotados a menudo se pasa por alto en el sistema educativo español , a pesar de su elevado potencial intelectual, lo que provoca un alto índice de fracaso escolar.
Se estima que entre el 40% y el 50% de los estudiantes con altas capacidades terminan fracasando académicamente debido a factores como la desmotivación, el aburrimiento, los problemas emocionales o sociales, y la falta de un enfoque educativo adecuado. La falta de detección temprana y la insuficiente formación del profesorado, se identifican normalmente como las causas clave.
El marco legislativo educativo desde la Ley Orgánica de Educación (LOE), mantenido por la LOMLOE, no ha desarrollado plenamente las medidas necesarias para estos estudiantes. Aunque se reconoce a los superdotados como alumnos con necesidades educativas especiales, las soluciones propuestas, como la posibilidad de avanzar un curso, no son suficientes y, en ocasiones, pueden ser contraproducentes. Esta falta de acción deja a estos estudiantes desatendidos en un sistema que prioriza la inclusión genérica sin considerar adecuadamente las particularidades de los superdotados.
Desde un punto de vista cognitivo, los niños superdotados tienen una alta actividad cerebral y un pensamiento arborescente que dificulta estructurar sus ideas de manera convencional. Esta complejidad mental, unida a una hipersensibilidad emocional, hace que se sientan vulnerables y a menudo incomprendidos. A pesar de su capacidad para resolver problemas complejos, muchos de estos estudiantes no pueden explicar sus procesos de pensamiento de la manera que se les exige, lo que contribuye a su frustración académica.
Para abordar estas necesidades, es necesario la aplicación de metodologías pedagógicas que fomentan el aprendizaje activo, reflexivo y creativo. Por ejemplo el aprendizaje por descubrimiento, el trabajo en proyectos interdisciplinarios y el uso de recursos como lecturas especializadas y tutorías con expertos. Además, aunque los superdotados suelen preferir trabajar solos, la inclusión de actividades cooperativas puede ayudarles a desarrollar habilidades sociales y de liderazgo.
De esto se deduce la necesidad de atención personalizada hacia estos discentes por parte del profesorado y esto, en muchos casos, no resulta fácil dada la gran diversidad que existe en el alumnado en nuestros centros.
Una solución al alcance de la mano para culaquier docente es el uso de la IA en la preparación previa de materiales y actividades para este tipo de alumnos y alumnas. En este sentido es muy útil la utilización de ChatGPT por ejemplo, para lo que ya existen libros escritos por docentes en los que se explica como utilizar esta heramienta en la docencia, como el titulado «CHAT GPT para profesores» de Guillermo Antón Pardo.
Todo esto requiere un esfuerzo añadido por parte del profesorado pero la solidaridad con estos alumnos y alumnas superdotados lo exige. Es muy necesario que nuestra sociedad trabaje en favor de estos niños, y niñas no solo por el sufrimiento que experimentan al no sentirse comprendidos, sino también porque el desarrollo de sus capacidades podría ser clave para el avance social y científico. Grandes figuras históricas como Einstein y Edison padecieron fracaso escolar en su momento, por lo que debemos reflexionar y preguntarnos: ¿cuántos alumnos y alumnas con altas capacidades, genios potenciales pueden haberse perdido debido a la carencia de un apoyo educativo adecuado?